Woofing!

Pasar tres semanas trabajando en una granja en Japón? Por qué no. Nos apuntamos a la asociación Woofing y encontramos un proyecto en pueblo a una hora de Osaka que resultó muy bien. En una casa tradicional, cerca del pueblo de Sasayama, nos acogieron en una familia japo-americana, que empieza su proyecto de autosuficiencia compaginándolo con ayuda a los granjeros de la zona en sus picos de trabajo; la mayoría del trabajo que nos tocó hacer fue recolectar "edamame" (judías negras), la especialidad de la zona; el trabajo, no muy duro y algo monótono; pero trabajar con abuelos japoneses (muchos de más de 80) es interesante para intentar entender algo de la mentalidad japonesa, que es realmente diferente. Como nosotros, un grupo de distintos países comparten la experiencia, lo que facilita la comunicación y alegra el trabajo y los fines de semana. Y lo mejor: poder vivir en una casa tradicional japonesa, disfrutar de su comida, y charlar (en inglés y francés, y español) de Japón y el resto del mundo. Pero, para mí, lo más impresionante que hemos podido vivir es poder participar cada semana en la ceremonia del té que nuestra anfitriona y sus alumnas hacían en nuestra casa: en la sala del té, de rodillas sobre el tatami (tras 1hr no sientes las piernas), viendo a una mujer en kimono preparando té verde con una coreografía cuidada hasta el ultimisimo detalle, es realmente impresionante, y dice mucho de la mentalidad japonesa y su búsqueda de la perfección hasta el más mínimo detalle. En resumen, pasamos 3 semanas de vida en el campo, trabajando, madrugando y apartados de nuestra vida de viajes y visitas turísticas, disfrutando de algo diferente, entre gallinas, cabras, montañas kimonos y tatamis...